martes, 4 de abril de 2023

V. van Gogh, Los Girasoles (1888), 1000 piezas

El siguiente puzzle es de un cuadro de la serie de los girasoles, de Van Gogh. La serie está compuesta por un total de 7 cuadros, de los cuales este, que puede encontrarse en la Neue Pinakothek de Münich, es probablemente el más famoso (y el más bonito) de ellos:


Van Gogh empezó a pintar Los girasoles a finales de verano de 1888 y continuó durante el año siguiente. Su casa en Arlés tenía la fachada pintada de amarillo; eso, junto con el ardiente sol mediterráneo del sur de Francia, le inspiraron para elaborar esta serie. Las pinturas muestran girasoles en todas las etapas de su vida, desde plenamente en flor hasta que se marchitan. El motivo inicial de los girasoles era meramente decorativo, Vincent quería decorar su casa ante la inminente llegada de su amigo Gauguin, y eligió un motivo que aunaba la belleza con la evocación de la naturaleza, además de que le permitía plasmar su color preferido, el amarillo. En su día fueron innovadoras en el uso de todo el espectro del color amarillo, que Van Gogh empleó en una gama cromática conjunta con naranjas, ocres, marrones y beiges. 

El color está aplicado con pinceladas fuertes, agresivas, en pequeños toques salteados, destacando la plasticidad de la pintura, que crea un fino relieve en la tela, para dar volumen a los girasoles. Para resaltar el amarillo y el naranja, empleó verde y azul cielo en los contornos, creando un efecto de suave intensidad lumínica. Para Van Gogh el amarillo tenía un especial simbolismo, era el color que representaba su mundo interior, hecho que se demuestra porque mandó pintar de ese color su casa en Arlés, donde por primera vez tenía algo propio, un espacio personal, que pensaba convertir en una comunidad de artistas dedicados únicamente a la creación artística. El amarillo es para el artista la vida, el calor, la luz, al ser el color del sol.

El puzzle es un Clementoni de 1000 piezas de la serie Museum Collection. Una calidad de primera para las piezas, con bastante variedad y un encaje prácticamente perfecto. Hacer un puzzle así da gusto, además que facilita la labor. Empecé por el naranja liso de la base, luego el jarrón, el fondo azul, los verdes y marrones oscuros, luego los amarillos y por último los naranjas del centro.