martes, 8 de agosto de 2023

J. W. Waterhouse, La Dama de Shalott (1888), 1500 piezas

El siguiente cuadro es de uno de los más famosos de uno de los más preminentes prerrafaelitas, John William Waterhouse, titulado The lady of Shalott.

El cuadro, que se encuentra en la Tate Britain de Londres, representa una escena de la historia de la dama de Shalott, sin nombre, que estaba encerrada en una torre donde tejía continuamente sin poder salir, ya que sobre ella pesaba una maldición si miraba al exterior. Nadie conocía la existencia de la dama, ya que vivía encerrada, aunque algunos campesinos oían su canto al amanecer, y se referían a ella como a un hada. Su único contacto con el resto del mundo era a través del reflejo de un espejo, donde veía el exterior a través de una ventana. En sus telas tejía lo que veía reflejado en el espejo, incluyendo las aventuras de los Caballeros de la Mesa Redonda que pasaban cerca. Un día, a través del espejo, la dama de Shalott vio a Lanzarote a caballo y al instante se enamoró de él. Dejó de bordar y, sin poder evitarlo, miró directamente por la ventana hacia él. En ese momento, el espejo se quebró, las telas salieron volando por la ventana y la maldición cayó sobre ella. Bajó de la torre y se montó en una barca. Las aguas la arrastraron por el arroyo, al tiempo que poco a poco su cuerpo se enfriaba y sus ojos se oscurecían, y antes de que llegara a la primera casa en la orilla, murió mientras cantaba su última canción, y consumando así su maldición.

El pintor se inspira en un poema de John Keats acerca de la historia, representando el momento en el que la doncella se embarca por el arroyo a bordo de una pequeña barca, portando junto a ella los tapices en los que se puede ver a los caballeros de la mesa redonda. La escena rebosa melancolía, con unos ojos tristes y apagados, con los brazos abiertos aceptando su destino. Al frente hay tres velas, de las cuáles ya solo quedan encendida una, barruntando la muerte como si fuera una cuenta atrás. El paisaje que rodea la escena principal están hechos con trazos apagados que lo que hacen es enfatizar la figura principal.

Esta obra forma parte de una serie de tres cuadros que hizo el autor con la misma temática de la Dama de Shalott, siendo el principal del post el primero de ellos. Los otros dos fueron pintados en 1894 y en 1915, influido ya por el impresionismo. En el de 1894 se ve a la doncella en el momento de ver a Lanzarote, con una mirada inquisitiva, al quebrantar la prohibición, mientras que en el posterior de 1915 se la encuentra previamente a todos los sucesos, hastiada de su estadía en la torre sin otra cosa que hacer más que bordar las telas. 

El puzzle es un Educa de 1500 piezas que compré por wallapop pero estaba nuevo embalado. Vi el cuadro estampado en la camiseta de una alumna y al buscarlo lo encontré bien de precio y me lo compré. El puzzle recorta un poco por arriba y por abajo la imagen, pero hay que fijarse para darse cuenta de ello porque no elimina ningún elemento importante. Para hacerlo comencé por los azules y rojos, luego los blancos, los verdes intensos, marrones, verdes oscuros, negro azulado, negro intenso y por último el fondo oscuro de la parte superior. El resultado, aceptable.