El siguiente puzzle es de uno de los cuadros que Gauguin realizó en su primera estancia en Tahití. Su nombre común es Arearea, pero es popularmente conocido como El perro rojo.
La palabra arearea es tahitiana y quiere decir pasatiempo, diversión o entretenimiento alegre y gozoso. En el cuadro se observa en primer plano un perro y una pareja de mujeres, una tocando una especie de flauta y otra escuchando. La mujer que escucha es la figura que con su mirada llama nuestra atención, mientras que con la inclinación del rostro nos invita a escuchar la música de su compañera; esta música es la que nos trasporta hasta el fondo de la escena, donde vemos otras tres personas bailando ante un ídolo. Es una escena que refleja el carácter primitivo de Tahití, justamente lo que buscaba Gauguin al irse de París. Este primitivismo también viene dado por otros factores: el rostro de la pareja que se encuentra sentada, el paisaje tropical de colores saturados, el tótem que se encuentra en el fondo de la obra, los vestidos con simples pareos y finalmente, el instrumento que toca la mujer de la izquierda que está en primer plano, que es una flauta típica de Tahití.
Esta obra expresionista, que puede encontrarse en el Orsay de Paría, usa el concepto de sinestesia para fusionar pintura y música. Junto con una función decorativa, la obra trata de activar los sentidos equiparando el ritmo de formas y colores con el sonido o el movimiento. La mujer que toca la flauta y las figuras del fondo que danzan refuerzan la asociación con la música. En una entrevista de 1895, el periodista pregunta a Gauguin por qué pinta perros rojos y ríos naranja. El pintor explica que son formas y colores intencionados, ya que no representa nada real sino una armonía de colores y líneas que sugieren sensaciones de la misma manera que lo hace la música.
El puzzle es un Ravensburger de 1000 piezas que compré en mi tienda habitual de juegos de mesa, ya que tenían promociones especiales para puzzles (querían quitarse stock). El puzzle corta un poco la imagen por la parte superior para adpatarla a los estándares puzzleros. En este caso creo que se pierde un poco de la obra, puesto que las mujeres del fondo quedan demasiado ajustadas al borde y las mujeres del primer plano quedan desplazadas hacia arriba a diferencia del cuadro, en donde quedan en pleno centro verticalmente.
Para hacerlo comencé por el verde claro, el azul claro y los blancos. Luego el perro, el resto del verde, los amarillos y marrones, y los rojos. Siendo un 1000 con colores tan destacados ha sido bastante sencillo. No obstante destaco la calidad de este Ravensburger, con una variedad de piezas muy de mi gusto.