martes, 7 de enero de 2020

H.J. Draper, Ulises y las Sirenas (1909), 2000 piezas

El siguiente puzzle es de una obra del pintor inglés victoriano Herbert James Draper.


La obra se encuentra en el Ferens Art Gallery de Kingston upon Hull, al nordeste de Inglaterra. La obra de este autor se enfocó principalmente en escenas mitológicas griegas.

En este cuadro se representa una escena clásica, una de las distintas aventuras de Ulises que se presentan en la Odisea de de Homero. En ella aparecen las sirenas, unas criaturas mitológicas cuya voz poseía una inmensa dulzura y musicalidad, por lo que los marineros de los barcos que pasaban cerca quedaban tan embelesados al oírlas que saltaban del barco atraídos por el canto, pereciendo ahogados en el mar. No obstante las sirenas tenían una obligación, y era que si algún hombre era capaz de oírlas pero no se sentía atraído por ellas, debían dejarse morir.

Ulises a su vuelta a casa tras la guerra de Troya tenía que pasar por los dominios de estos seres. Pero Circe le aconsejó que para no oírlas se taparan los oídos con cera. Ulises ordenó que todos los hombres de la nave lo hicieran así, y que lo ataran al mástil del barco con los oídos descubiertos, sin cera alguna, y que pasase lo que pasase no le desataran del mástil, por mucho que suplicara. Cuando pasaron por la zona de las sirenas, los marineros siguieron remando sin oír nada. Sin embargo, Ulises, hechizado por la bella música, suplicó e imploró que le soltaran, pero pudo escuchar la música saliendo ileso. Ante ese fracaso, las sirenas cumplieron con su obligación y una de ellas, Parténope, se dejó morir en el mar. Su cuerpo fue arrastrado hasta la costa, donde se enterró, construyéndose también un templo en su honor alrededor el cual se fundó un pueblo, Parténope, que tiempo después se convertiría en Nápoles.

El puzzle es un Art Puzzle de 2000 piezas que conseguí como parte de un lote en Wallapop. No tenía especial esperanza en que la calidad fuera buena, dada la marca y el aspecto de la caja. Pero la verdad es que tampoco eran malas. Una calidad comparable a otras marcas conocidas, comparable a un Ravensburger, quizás algo inferior. Puede ser que las bajas expectativas hicieran que el resultado fuera más satisfactorio.

Empecé por los blancos, para luego seguir con las líneas y los azules intensos. Luego carnes, maderas y por último los oscuros del mar.