San Jorge va vestido como un general romano, con su coraza sobre un caballo blanco, y con su lanza clavada en el dragón a sus pies. En la figura se ve la influencia de Miguel Ángel en las primeras obras de Rubens, con personajes musculados y definidos. El caballo blanco ocupa gran parte de la composición y contribuye al movimiento de la escena, constatando la influencia de Leonardo da Vinci. Rubens logra un gran realismo y dramatismo con detalles como la baba que surge de la boca de la montura, los ojos desencajados del dragón, la sorpresa que manifiesta la princesa o el temor reflejado en el cordero.
En mis diversas incursiones al Museo del Prado quedé fascinado por varias de las pinturas que allí se encontraban. La primera era El Jardín del Edén, de Elbosco, y que no dejaba de observar cada vez que iba aunque fuera un par de minutos. Pero había otros cuadros que me encantaban. como El Cirujano de Hemessen, Saturno devorando a su hijo, de Goya, un David de Caravaggio, y también esta otra de Rubens. Pero por desgracia, hasta donde tengo conocimiento, El Prado no saca puzzles de sus obras, más que de 1000 de las meninas y del jardín de las delicias (y además de solo una parte del tríptico). Y estas obras no se encontraban en ningún otro puzzle. Tanto es así que compré un póster de este cuadro para ponerlo en mi cuarto el tiempo que estuve viviendo en Madrid.
Esta queja de que no hubiera puzzles de este tipo de obras es algo que comento de vez en cuando, y en una de éstas se lo comenté a una amiga compañera de trabajo, mencionándole el citado cuadro de Rubens. Pues bien, esta mujer me sorprendió un tiempo más tarde regalándome un puzzle de este cuadro de una marca hasta ese momento desconocida para mí, Lais Puzzle.
Por supuesto me quedé sorprendido y agradecido por igual, mira que lo había buscado, pero esta mujer lo había encontrado. ¿Existirán igualmente otros puzzles de las otras obras que tanto me gustan del Prado? Hasta el momento que yo sepa no.
Esta marca, Lais puzzle es una marca alemana con un catálogo amplísimo (y carísimo). Las piezas son normalitas, de una calidad aceptable, pero lo colores aparecen más oscuros y apagados de lo deseable. Además me hubiera gustado haber hecho un puzzle de mayor tamaño, pero oye, ¡pedazo de regalo!
Los colores apagados hicieron que tardara un poco más de lo habitual en hacer un 1000 piezas, pero un poco más quiere decir 2 días en vez de 1. Primero rojos y azules, blancos y la armadura, amarillos y luego los oscuros.