Voy a publicar el puzzle que hasta ahora he hecho con mayor número de piezas. Se trata de El Jardín de las Delicias, de Hieronymus Bosch (El Bosco).
Esta maravillosa obra artística consiste en un tríptico compuesto de una tabla central de 220 cm x 195 cm y dos laterales de 220 cm x 97 cm cada una. Para aquel que no lo sepa, un tríptico es una obra compuesta de tres partes de manera que las dos laterales se cierran sobre la central, a modo de una ventana. Se encuentra en el Museo del Prado, en Madrid, junto con otras obras del mismo autor, como El carro de Heno o Los pecados capitales. Estas tres partes consisten en El Jardín del Edén, a la izquierda, El Jardín de las Delicias, en el centro, y El Infierno, a la derecha.
Por desgracia, para poder contemplar el tríptico abierto, debemos perdernos la obra que se puede ver cuando se cierra. Se trata de La Creación del Mundo. Mucha gente incluso desconoce que hay una obra al cerrar el tríptico. Por supuesto en el Prado lo tienen siempre abierto de par en par, no es comparable el anverso a lo que esconde en su interior.
Hacía tiempo que quería hacer un puzzle de grandes dimensiones. Hasta el momento solo había hecho puzzles de hasta 3000 piezas, en gran medida debido al espacio que requiere, en mi mesa de trabajo caben como mucho puzzles de 2000 piezas. Para hacer puzzles de 3000 tengo que poner un supletorio.
En fin, que pensando en una obra de grandes dimensiones, no se me ocurrió nada mejor que esta obra, a mi parecer la mejor de todo el Museo del Prado. Cada vez que he ido no he dejado de contemplarlo durante varios minutos. Habitualmente se comercializa la parte central del tríptico, cuando a mí la parte que más me fascina es el infierno, cuyas figuras dantescas recuerdan al Dalí de varios siglos después.
Yo iba tras una edición antigua de Educa. Esta edición de 10.000 piezas en su día se hizo como el puzzle más grande del mundo allá por 1997. Es una edición hace ya mucho descatalogada, ahora se comercializa una de 9.000 piezas, quedando la de 10.000 como un clásico. El mercado de segunda mano no tenía apenas oferta, y a unos precios desorbitados. Total, que aprovechando una oferta de Amazon me decidí a adquirir la edición de 9.000. Contento, se lo comenté a una compañera de trabajo, quien me hizo saber que tenía la edición de 10.000 y que como ya no tendría tiempo de hacerla, me la podía dar.
Ha sido un detallazo, aunque en parte lo entiendo. Si estuviera en su lugar, querría que alguien disfrutara el puzzle como yo, y puedo asegurar que lo he disfrutado muchísimo. Le he regalado pastelitos y pequeños detalles pero seguiré estando en deuda con ella.
Tras cancelar el pedido de amazon y hacer la entrega oficial del puzzle, me puse manos a la obra. El puzzle viene en una caja de madera, normal dado que pesa varios kilos. Viene en 5 bolsas de 2000 piezas cada una, formando puzzles de 25x80 piezas. Eso me permitía hacer las partes e irlas guardando una por una. Es verdad, eso no es un puzzle de 10000, son 5 puzzles de 2000 piezas, pero... suman 10.000, ¿no?
Por supuesto empecé a hacerlo por la parte de mi adorado infierno (bolsa fácil de identificar por su color oscuro). E hice del tirón 2 partes, que luego guardé. Las piezas son Educa, que como todos, tienen cosas buenas y malas. El grosor de las piezas es bueno, el deseable, pero la variedad de las formas era escasa. Aunque había de todos los tipos de piezas (de las anchotas y de las largas con 2 ajugeros enfrentados, con todo agujeros, con 2 agujeros uno junto al otro...), echaba de menos alguna forma extraña, eran todas de las mismas dimensiones. Aunque no solía haber duda de si una pieza iba en su sitio, si encajaba casi seguro iba allí. Posteriormente descubrí que en cada plantilla de 2.000 cada forma de pieza tiene una idéntica, en una posición simétrica respecto a la mitad vertical. Pero no ocurre que dos piezas idénticas puedan confundirse, debido a los motivos que en ellas aparecen. Resulta que en el jardín, las mitades superiores y las inferiores tienen colores distintos, por lo que no hubo problema.
Por otro lado, se nota que el puzzle es antigüillo: la definición de la imagen no es la más deseable, seguro que las ediciones posteriores tienen unas imágenes más nítidas. En esta edición se ven los cuadritos. Por supuesto esto se aprecia únicamente de muy cerca, a simple vista se ve normal.
Luego lo dejé un tiempo por trabajo y ya en verano hice las otras tres partes. Me han resultado 5 puzzles más bien fáciles, he tardado con cada uno algo menos de lo que acostumbro para un puzzle de 2000 piezas (una semana). Tal vez por las ganas que le tenía.
La satisfacción que daba al poner la última pieza ha sido increíble. Quitarse una de las pequeñas espinitas que uno tiene... ese recuerdo perdura. Por todo ello: ¡gracias Pepa!