Esta maravillosa obra artística consiste en un tríptico compuesto de una tabla central de 220 cm x 195 cm y dos laterales de 220 cm x 97 cm cada una. Para aquel que no lo sepa, un tríptico es una obra compuesta de tres partes de manera que las dos laterales se cierran sobre la central, a modo de una ventana. Se encuentra en el Museo del Prado, en Madrid, junto con otras obras del mismo autor, como El carro de Heno o Los pecados capitales. Estas tres partes consisten en El Jardín del Edén, a la izquierda, El Jardín de las Delicias, en el centro, y El Infierno, a la derecha.

Hacía tiempo que quería hacer un puzzle de grandes dimensiones. Hasta el momento solo había hecho puzzles de hasta 3000 piezas, en gran medida debido al espacio que requiere, en mi mesa de trabajo caben como mucho puzzles de 2000 piezas. Para hacer puzzles de 3000 tengo que poner un supletorio.
En fin, que pensando en una obra de grandes dimensiones, no se me ocurrió nada mejor que esta obra, a mi parecer la mejor de todo el Museo del Prado. Cada vez que he ido no he dejado de contemplarlo durante varios minutos. Habitualmente se comercializa la parte central del tríptico, cuando a mí la parte que más me fascina es el infierno, cuyas figuras dantescas recuerdan al Dalí de varios siglos después.

Ha sido un detallazo, aunque en parte lo entiendo. Si estuviera en su lugar, querría que alguien disfrutara el puzzle como yo, y puedo asegurar que lo he disfrutado muchísimo. Le he regalado pastelitos y pequeños detalles pero seguiré estando en deuda con ella.
Tras cancelar el pedido de amazon y hacer la entrega oficial del puzzle, me puse manos a la obra. El puzzle viene en una caja de madera, normal dado que pesa varios kilos. Viene en 5 bolsas de 2000 piezas cada una, formando puzzles de 25x80 piezas. Eso me permitía hacer las partes e irlas guardando una por una. Es verdad, eso no es un puzzle de 10000, son 5 puzzles de 2000 piezas, pero... suman 10.000, ¿no?

Por otro lado, se nota que el puzzle es antigüillo: la definición de la imagen no es la más deseable, seguro que las ediciones posteriores tienen unas imágenes más nítidas. En esta edición se ven los cuadritos. Por supuesto esto se aprecia únicamente de muy cerca, a simple vista se ve normal.

Luego lo dejé un tiempo por trabajo y ya en verano hice las otras tres partes. Me han resultado 5 puzzles más bien fáciles, he tardado con cada uno algo menos de lo que acostumbro para un puzzle de 2000 piezas (una semana). Tal vez por las ganas que le tenía.
La satisfacción que daba al poner la última pieza ha sido increíble. Quitarse una de las pequeñas espinitas que uno tiene... ese recuerdo perdura. Por todo ello: ¡gracias Pepa!